Sí es posible, y con respecto a las consecuencias que se pueden enfrentar existen tanto las positivas como negativas, entre las primeras se encuentran que se promueven en los estudiantes mayor autonomía, diálogo, respeto, participación, valores, debate, se forman a personas con ciertas competencias como pensamiento crítico, metacognición y resolución de problemas.
En pocas palabras, salen más preparados y con habilidades y conocimientos que aplican a sus actividades a la par que lo aprenden en la institución. Se crea una sociedad con mayor responsabilidad en su desarrollo cognitivo y profesional; se fomenta la organización y administración del tiempo y las actividades, ya que desde que comienzan compaginan el trabajo y la formación académica.
Entre las consecuencias negativas se encuentran que se acostumbran a trabajar a su ritmo y cuando se encuentren bajo las órdenes de otra persona les puede crear conflicto para aceptarlas; otra consecuencia negativa, puede ser la dificultad para realizar un análisis de un número muy alto de estudiantes que aspiren a ingresar, pues la forma de admisión que maneja este modelo son de una forma muy minuciosa, asimismo podría causar enojo entre los estudiantes que no logren ingresar al colegio.
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